BOSTON - Una amplia zona del centro de Boston permanecía acordonada por la policía hoy debido a que las autoridades siguen una investigación de las dos bombas que explotaron en la meta de la Maratón de Boston, matando a tres personas e hiriendo a más de 100.
Un tramo de la calle Boylston y los bloques a su alrededor estaban cerradas al tráfico, mientras la policía buscaba pruebas de la identidad de quién colocó las bombas llenas con rodamientos metálicos para maximizar las bajas.
La Casa Blanca dijo que los atentados serían tratados como "un acto de terror" y el presidente Barack Obama prometió que los responsables deberán "sentir todo el peso de la justicia".
El ataque fue el peor en suelo estadounidense desde septiembre 11 de 2001, cuando militantes de Al Qaeda volaron aviones secuestrados contra Nueva York, Centro Mundial del Comercio y el Pentágono, matando a casi 3.000 personas.
En Boston, decenas de policías y vehículos de la Guardia Nacional estaban estacionados alrededor de la zona acordonada, que estaba vacía de los vehículos y peatones por que las autoridades están en busca de pistas.
Una bandera que había marcado la línea de la carrera final todavía se cernía sobre la calle desierta.
La prensa local informó que la policía registró un apartamento en Boston, una ciudad a unos diez kilómetros al noreste de Boston. Katherine Gulotta, portavoz de la FBI, que ha asumido el liderazgo en la investigación, se negó a confirmar o negar los informes. Ella dijo que la policía informará a los medios de comunicación a las 9:30 am
Obama recibió información actualizada sobre la investigación durante la noche gracias a su ayudante de seguridad nacional y contraterrorismo, Lisa Monaco, funcionaria de la Casa Blanca.
"El presidente dejó claro que espera que se mantenga al día sobre la evolución", dijo la funcionaria.
Obama debe ser informado de las explosiones más tarde esta mañana por el director del FBI, Robert Mueller, Mónaco y otros altos funcionarios, dijo la funcionaria.
La búsqueda se dirige al público
Los investigadores estadounidenses dirigidos por el FBI están estudiando detenidamente videos y fotografías del maratón en busca de pistas para determinar quién es el responsable de las bombas.
Debido a que en la Maratón de Boston corren unas 27.000 personas y unos 500.000 llegan para verla cada año, las autoridades esperan un montón de evidencia visual de lo ocurrido antes y después de que los dos dispositivos explotaron contra cientos de corredores en directo a la línea de meta en el Copley Plaza, en el barrio de Back Bay de Boston .
"Vi gente que parecía que tenía las piernas rotas. Hubo una gran cantidad de sangre en las piernas. Entonces la gente estaba siendo llevada en silla de ruedas", dijo Joe Anderson, de 33 años, un pescador de Pembroke, Massachusetts, que se había quedado solo la carrera de la celebración con una gran bandera de los EE.UU..
Algunas víctimas necesitarán más cirugía en los próximos días, dijo Peter Fagenholz, un cirujano de trauma en el Massachusetts General Hospital.
"Estamos viendo una gran cantidad de heridas de metralla", de desechos de metal pequeño, dijo Fagenholz a los periodistas fuera del hospital. Los médicos están tratando a 29 personas, de las cuales ocho se encontraban en estado crítico.
Un niño de 8 años de edad, estaba entre los muertos. Un niño de dos años de edad, estaba siendo tratado en el Hospital de Niños de Boston por una herida en la cabeza, dijo el hospital.
La Oficina Federal de Investigaciones dirige la investigación con la ayuda de los funcionarios municipales, estatales y federales, el agente especial del FBI, Richard DesLauriers, dijo en una conferencia de prensa la tarde.
"Se trata de una investigación criminal que es una investigación terrorista potencial", dijo, aunque declinó elaborar sobre las conclusiones iniciales.
Fuente Chicago tribune
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